CARACTERÍSTICAS DEL TEXTO ACADÉMICO
El texto académico da cuenta de la producción de conocimientos científicos que el autor quiere compartir, exponer e informar; para tal efecto, el texto tiene que cumplir con ciertas características de: contenido, tema, coherencia, semántica, sintaxis; estructura u organización gráfica, forma y función del discurso; así como tomar en cuenta al público al que está dirigido. Entre otros aspectos; en su mayoría este tipo de textos cumple con estas características.
Tomando como referencia la lectura de Teberosky; y citando a grandes rasgos en el párrafo anterior, lo que la autora afirma; nos dimos a la tarea de hacer un análisis comparativo entre la lista de cotejo realizada y el texto, investigado sobre “La educación en valores: una propuesta pedagógica para la formación profesional” de la Dra. Ercilla y Batista T. en http://www.oei.es/salactsi/ispajae.htm, y pudimos concluir que le faltan demasiados elementos como para ser considerado académico. Contiene mucha información sobre el tema de la Educación en Valores, pero creemos que carece de elementos tan básicos como resumen inicial, estructura, no contiene notas al pie, metodología, conclusiones, entre otras debido a que no es realmente un informe sobre un trabajo de investigación, entre muchas otras cosas. Más bien se puede considerar una monografía.
Por lo tanto, al corroborar el texto con nuestra lista, reiteramos que nos dimos cuenta que le falta la mayoría de los elementos, ya que este tipo de texto es más complejo, y el citado no contiene condiciones y condicionantes que lo caracterizan, por ello reconocemos la importancia de saber diferenciarlo de los demás tipos para no cometer equívocos al clasificar aquello que leemos.
Concluimos que el realizar un análisis de los textos y el conocer las características podemos utilizar y redactar los mismos para expresar adecuadamente un tema específico, el cual se somete a evaluación y consulta.
Al contar con esta información y conocimiento tendremos la capacidad y desarrollaremos la competencia de redactarlos, así como de seleccionarlos como fuentes de información. Al cumplir con lo anterior el texto cumplirá con sus estándares adecuados y hará de él, un instrumento con valor de aceptación.
Esta actividad y búsqueda de información nos resultó enriquecedora ya que nos ayudó a ampliar nuestro criterio en lo referente a la lectura y creación de textos.
El plagio académico se está convirtiendo actualmente, en un recurso de muchos alumnos debido a la facilidad que nos proporciona Internet para buscar información.
¿Cómo leemos?
1. Judith Rodríguez Núñez
2. Ma. de los Angeles Varela Garza
3. Angélica María Turrado Pérez
4. Mireya Gussinyé FigueresEl plagio académico se está convirtiendo actualmente, en un recurso de muchos alumnos debido a la facilidad que nos proporciona Internet para buscar información.
RESUMEN INFORMATIVO
El texto de Cerezo es un breve análisis del plagio académico. Inicia refiriendo que los valores en todas las sociedades siempre han sido fundamentales; a lo largo del tiempo, lo que ha cambiado son los tipos de valores que fomentamos y qué cometido tienen.
Es por ello que, dentro del ámbito escolar, es importante promover entre los alumnos una conciencia ética para evitar el plagio; entendiendo el plagio como la apropiación de ideas y palabras. Esto suele suceder por dos razones: el desconocimiento del uso correcto de las comillas o el no dar la información conveniente sobre el origen de lo que estamos diciendo.
Un estudio en universidades estadounidenses revela que el 38% de los estudiantes admitió haber incurrido en algún plagio, y que más del 50% consideró esta conducta como normal, no como deshonestidad académica.
¿Cómo combatir el plagio? Cerezo dice que las mejores armas son los docentes que muestran en su desempeño “compromiso y congruencia profesionales” (2006).
Todo escrito parte de una idea, pero a veces es difícil expresarse correctamente; sin embargo ante un escrito congruente y bien redactado es difícil saber si es original o está copiado. ¿Qué hacer? Alegrarnos de la capacidad del alumno y pensar que si plagió “peor para él” porque es víctima del autoengaño.
Si queremos tener una ciudadanía crítica, es necesario impulsar en el aula la lectoescritura y el dominio de un segundo idioma, además de enseñar las habilidades de búsqueda y análisis de la información. Aunado a esto es fundamental preparar a los estudiantes en el manejo ético de la información.
Referencias
Cerezo, H. (2006) Aspectos éticos del plagio académico de los estudiantes universitarios en Elementos, No. 61, Vol. 13, p. 31. Recuperado el 18 de marzo de 2011 de: http://www.elementos.buap.mx/num61/htm/31.htm
¿Cómo leemos?
Dependiendo de lo que queramos aprender nos interesará utilizar estrategias. No existen estrategias buenas y malas en sí mismas, pero sí estrategias adecuadas o inadecuadas para un contexto determinado. Los resultados que obtenemos, lo bien o rápido que aprendemos dependen, en gran medida, de saber elegir la estrategia adecuada para cada tarea.
Primero, examinamos rápidamente el texto para detectar sus puntos principales y localizar partes esenciales. Esto ayuda a saber qué puedes esperar de la lectura que vas a realizar. A veces es importante fijarse en el título y el autor, y después en los títulos de los capítulos; también se puede dar una ojeada al prólogo y la conclusión para tener una idea general del tema del texto.
A veces es recomendable hacer la búsqueda del autor, aunque no siempre lo hacemos. Si es solamente un fragmento de un libro, se puede buscar el libro completo, para ver de dónde se extrajo esa parte, de qué hablaba el libro y, si es necesario, se puede dar una leída a otros fragmentos del libro. En ocasiones puede ser importante leer otras cosas que ha escrito el autor para tener una idea más acertada de lo que propone.
Posteriormente se debe de determinar el propósito de la lectura haciéndose preguntas acerca del tema y texto. Y a continuación abordar de lleno la lectura. Al leer algo que está impreso, es aconsejable hacer notas al margen, preguntas o a veces, la indagación anterior con respecto a lo que dice el texto, para ello se puede usar un marcatextos y hacer notas en una libreta. Al escribir se recuerda más fácilmente. Si la lectura es en línea o en la computadora se puede subrayar con el marcador de textos y también insertar algún comentario, sobre todo si surge alguna duda. Al finalizar sugerimos poner en orden las ideas principales en una hoja de Word para tener acceso rápido a ellas.
Después de leer el texto hay que buscar las respuestas a las preguntas formuladas previamente, luego repetir en voz alta los puntos importantes del texto y registrarlos en forma escrita, finalmente al tener el borrador de las preguntas hay que reforzar la lectura revisando las actividades anteriores.
Un ejemplo de cuando hemos usado estas estrategias: básicamente en todas las sesiones lo hemos hecho, pero requirió más esfuerzo de nuestra parte la lectura “Textos académicos”, de Teberosky, que la verdad estaba más pesado de leer, por la cantidad de tecnicismos que contenía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario