Estrategia y estratagema



De acuerdo a la definición del Diccionario de la Real Academia Española, una estrategia es “el arte de dirigir operaciones militares; el arte o traza para dirigir un asunto; un proceso regulable, un conjunto de reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento” (2001) Todos los días necesitamos de estrategias para hacer algo o llegar a un propósito; de lo oportunas que sean éstas, depende el éxito o fracaso de nuestra empresa. Diseñar una estrategia adecuada para sumergirse en el laberinto, y a veces vorágine, que significa navegar en Internet es indispensable e inevitable.
Pasé muchas horas navegando; como a veces la información no era lo precisa que yo quería, utilicé la lógica boleana para restringirla. Encontré de todo, deseché mucho y aproveché un poco.
Es indudable que Internet está lleno de información basura, muchos  de los contenidos son obsoletos, precarios, pobres e insustanciales: ocho o diez renglones que no dicen nada y a menudo tienen errores. Existe una gran falta de control de la información – mejor dicho, nadie controla la información – y cualquiera puede subir datos, documentos o textos que no ha sido cotejados o avalados. ¿Qué hacer ante este escollo? Mi estrategia consiste casi siempre, en desechar las páginas con anuncios, los blogs, las que no tienen el nombre del autor o que no están actualizadas; me decanto más por las páginas con dominio .org o .edu, ya que considero que son más seguras y fiables. Sin embargo, mi búsqueda no rendía los frutos deseados.
Entonces, sentada frente a mi computadora, me pregunté: ¿cómo alcanzar el fin que me propongo sin zozobrar? Decidí investigar y valerme de buscadores especializados. Me sumergí en mi búsqueda que rindió, creo y espero, buenos frutos. Encontré buscadores que desconocía por ejemplo: Aula 21, Educanet, Educateca entre otros. Revisé algunos ya familiares para mí, como Educared y Mundoescuela.net. Me  registré en Dialnet y Nueva Alejandría. También encontré un buscador que me pareció sumamente interesante – confirmé que en la web se puede encontrar todo – Rseek, un buscador de estadísticas.
Enfrascada en estos buscadores encontré buena información sobre el tema de los valores en la educación. Para determinar la calidad y confiabilidad me planteé varias preguntas: ¿Quién es el autor? ¿Tiene éste autoridad para hablar sobre la materia? ¿Obtiene alguna ganancia con la publicación? ¿El sitio está actualizado? ¿Es relevante lo que dice comparado con otros textos? ¿La información puede ser verificada? ¿Alguna institución avala la información? ¿Cuál es su objetivo?
Después de comprobar y revisar estas preguntas con muchas páginas, elegí nueve que consideré fiables e interesantes. Los datos que encontré me ayudaron para ir ajustando y armonizando, poco a poco, el tema de mi ensayo final. También algunos me impactaron, como el que toca el tema de la violencia de género  o los suicidios de adolescentes debido al acoso escolar.
También comprobé que muchas páginas no tienen interactividad; sólo aquellas que pertenecen a instituciones u organizaciones importantes. La interactividad es importante y concede a la página una mayor fiabilidad.
Una buena estrategia es, como dije al principio, indispensable, no obstante también es necesario emplear estratagemas para no morir en el intento de navegar en Internet. Éstas se alcanzan con el hábito, la regla de prueba y error y la tenacidad. Internet es indudablemente una herramienta de consulta única, vasta, fecunda, provechosa y aprovechable; pero es imprescindible aprender a utilizarla, conocer los mejores caminos para llegar a la meta y saber discriminar lo bueno de lo malo. Estrategia y astucia son las claves para llegar a buen término en esta aventura.

Referencia
Diccionario de la Real Academia Española. (2001) 22° edición. Recuperado el 14 de mayo de 2011 de http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=estrategia